Frente a la extendida creencia popular de que lo mejor para un piso es un alquiler de larga duración, le aseguramos que nada más lejos de la realidad.
Nuestros húespedes (turistas o empleados en viaje de negocios), por lo general, vienen sin niños ni mascotas y suelen pasar la mayor parte del día fuera trabajando o conociendo la ciudad. Como mucho se duchan, desayunan y, alguna vez, pican algo para la cena.
Piénselo un momento, un inquilino de larga duración pasará más tiempo en el piso, organizará cenas y fiestas con los amigos y, tarde o temprano, recogerá un perro y tendrá hijos.
Seguramente es más cómodo, encontrar un inquilino y olvidarse durante uno, dos, tres o más años de realizar más tramite que reclamar sus rentas pero gracias a nuestros servicios, usted no tendrá que preocuparse de reservas, recibir huespedes, entregar llaves, revisar el inmueble, avisar a la limpieza… Sólo recibir sus ingresos (con mayor rentabilidad) con la total tranquilidad de saber que su piso estará en óptimas condiciones.